Cuartel Central

Todas las historias tienen un comienzo parecido. Con gente que quiere cambiar algo y pone manos a la obra hasta lograrlo.Así también es el principio de la historia de la creación del cuartel de Bomberos Voluntarios de Hurlingham.

Perteneciente al partido de Morón, era azotada por grandes inundaciones y nació la necesidad de disponer de una ayuda institucionalizada que fuera local. Los vecinos movilizados se reunieron en lo que era la Mutual del Banco de Hurlingham y el 8 de mayo de 1968 dejaron constituída la Asociación Bomberos Voluntarios de Hurlingham, que un año después obtuvo su personería jurídica.

Con un aporte de la Municipalidad de Morón compraron un predio sobre la calle Amoroso en el que había un tinglado donde antes funcionaba una fábrica de baldosas. El 6 de enero de 1971 los Reyes Magos llegaron de la mano del municipio y el cuartel recibió su primera autobomba denominada H1, que fue recibida con gran alegría por el pueblo en un acto frente a la estación de Hurlingham y bendecida x el Obispo de Morón, el entonces Monseñor Raspanti.

Una vez en funcionamiento la Asociación Civil en el viejo galpón, comenzaron a reclutar voluntarios y a capacitarlos en la tarea bomberil para sumarlos al cuerpo activo. Se presentaron numerosos jóvenes para alistarse en las filas de voluntarios pero varios iban abandonando al conocer las exigencias del servicio y la responsabilidad que había que asumir ante la comunidad.

Para poner en marcha aquel gran emprendimiento contaron con la colaboración de cuerpos más antiguos que ayudaron a organizar y a capacitar a los hombres que con vocación acudían al llamado de la nueva institución. Entre ellos los cuarteles de Vicente López, General Sarmiento, 3 de Febrero, La Matanza y Villa Ballester de donde se designó como jefe del Primer Cuerpo Activo al señor Ricardo Francisco Kuhn.

El 9 de julio de 1971 el personal voluntario tuvo su primera salida para extinguir un incendio al cual acudieron con el camión autobomba H1.

Meses después, el 24 de octubre de 1971, el cuartel ya se encontraba oficialmente al servicio de la comunidad y se festejó a lo grande con el primer desfile de Bomberos Voluntarios de Hurlingham exhibiendo los móviles H1 y H2 junto a la presencia de otros cuarteles como los de Merlo, La Matanza, 3 de Febrero, Escobar, General Sarmiento, San Fernando, Vicente López, Villa Ballester y San Martín. La ciudad de Hurlingham estaba de fiesta.

Con el crecimiento de los servicios y responsabilidades la Comisión Directiva del año 1973, presidida por Don Eduardo Ruiz, notó la necesidad de contar con un edificio amplio que acompañara al progreso de la ciudad de Hurlingham. Para lograrlo adquirieron varios lotes de tierra aledaños al primitivo cuartel y se llamó a concurso para diseñar y edificar el cuartel de Bomberos Voluntarios de Hurlingham.

Del que resultó elegido el trabajo de los arquitectos Álvarez, Sehurmann y Stefanini. El 22 de noviembre de 1980 se colocó la piedra fundamental que está actualmente ubicada al lado del monumento de Bomberos Voluntarios y que lleva una placa recordatoria.

De a poco se fueron habilitando partes de la obra y el cuartel iba tomando su forma. Debido a la magnitud de la obra y los recursos siempre difíciles de conseguir, tomó muchos años construir el cuartel que aún hoy sigue ampliándose y modernizándose.

Al proyecto se sumaron las instalaciones de Emergencias Médicas, los consultorios, el playón donde están los más de 25 vehículos de salvataje, entre ellos autobombas, lanchas, camionetas y el camión de materiales peligrosos más completo de la zona y alrededores. También cuenta con un casino para el personal, cocina, vestidores, archivo, SUM y las ganas de seguir creciendo, aprendiendo y ayudando.

Quien quiera que pase por Av Roca y vea el imponente cuartel de Bomberos Voluntarios de Hurlingham que se levanta allí se queda admirando a esta gran institución que nació de la nada y está cerca de cumplir sus 50 años al servicio de la comunidad.